Trabajo de equipo
Desde el taller de Ritmos latinos
siempre nos esforzamos en que los participantes sean los verdaderos
protagonistas. No nos gusta establecer niveles que nos diferencien,
sino que nos gusta compartir nuestro aprendizaje durante todos los
módulos con habilidades nuevas y continua actualización sin pensar
nuestro taller como una competición.
Por este motivo intentamos hacer llegar
la idea de que la clase es de todos y todas las participantes, además
de ser una tarea de equipo y que el fruto del aprendizaje depende de
todos y todas los que asistimos al taller.
En nuestras dinámicas tenemos una
etapa de crecimiento y aprendizaje individual con estilos propios de
cada uno e interiorización de movimientos y ritmos. Luego viene la
responsabilidad de expresarnos como grupo dentro de nuestra propia
individualidad.
Una parte debe ser clara y precisa en
sus indicaciones, la otra debe ser capaz de leer esas señales
sutiles del cuerpo de la persona que nos acompaña en cada figura.
Pero todo esto no sería nada si no nos
entendemos como un gran cuerpo que se mueve al ritmo de la música,
en el taller todos vamos a una, nos ayudamos a expresarnos y
comprendernos, porque según dicen las palabras pueden mentir, pero
nuestro cuerpo no… así que aprendemos a expresarnos con nuestros
movimientos confiando en que nuestro diálogo sea sincero y honesto,
porque nuestros gestos y miradas no tienen dobleces, hablando con la
honestidad de nuestro cuerpo, aprendemos a ser sinceros y aportar
cada uno su grano de arena a esta bonita tarea de aprender en grupo,
confiando que algún día nuestras palabras tenga esa veracidad que
nuestro cuerpo revela.
A veces hay que parar un poco para
apreciar el movimiento.
Jenia y Miguel. Taller de Ritmos
Latinos